No puedes extraer el corazón de
tu pecho, aquel que bombea sangre y mantiene con vida a tu cuerpo, pero si
puedes, entregarle a Dios todo lo que ello representa, tus sentimientos, tus
emociones, pues es precisamente estos elementos muy importantes lo que menos
sabemos manejar, no diferenciamos la ola de información sentimental o emocional
que nos viene día con día.
¿Hay alguna persona que te conoce
más que tu creador?; ¿Tu padre? O ¿Tu madre? No, no hay una sola persona que
sepa todo tu pasado, tu presente y tu futuro, no hay nadie que sepa que
piensas, cuando lo piensas y como lo piensas, no hay nadie que sepa que
sientes, que necesitas que quieres, nadie conoce a fondo tus sueños, tus
intenciones, tus habilidades, nadie reconoce siempre tus talentos, tus
virtudes, y muchos etcéteras más de factores que te describen. Conocer todo
ello ya es un nivel sobrenatural.
Si te dijera, o pidiera, que
pongas tu corazón en mis manos, yo no sabría qué hacer. Como actuar, ¡Qué nervios!
No se me ocurre otra cosa más que esconderlo en un baúl y botar la llave, pero
ese no es el fin, porque tu corazón no debería estar botado, escondido, sin
aire, prisionero, temeroso, en oscuridad, y sin una salida. Lo mismo pasa con
tus emociones en manos de algún mal administrador.
Yo soy la creadora de este blog,
se cuál es su fin, se porque lo cree, sé que uso debo darle, yo elegí el fondo
de pantalla, la organización de los ítems, y cuando veo que algún factor no me
ayuda lo modifico, lo cambio o lo borro. ¿Quién es el administrador de tu
corazón? Yo no sé quién es, pero permíteme tomar la libertad en decirte quien
debería serlo; DIOS es tu creador, él sabe cuál es tu fin, sabe porque te creo,
sabe tu propósito, él te eligió, la forma de tu cuerpo, tu forma de ser, él lo
sabe todo, porque DIOS ES TU CREADOR, quien mejor para perfeccionar su obra
sino el mismo autor, quien sabe cómo modificar, cambiar o borrar, lo que no
ayuda al fin de lo creado.
Tus sentimientos son valiosos,
pero es un valor que no puede pagarlo alguna persona, tu costo es elevado, pues
vales la sangre de Cristo. Y ello es inimaginable de igualar, deja en las manos
de Dios tu corazón, así nadie lo tomará, lo descuidaría ni lo arruinara. Dios
sabe cómo obrar, solo permíteselo.
Lo mejor está por venir en tu
vida. Bendiciones
No hay comentarios:
Publicar un comentario